Impulsar una cultura de autonomía, responsabilidad y rendición de cuentas entre quienes participan en la gestión económica, que posibilite la disminución de la fiscalización previa.
Promover la cooperación y coordinación entre universidades andaluzas para proponer un nuevo modelo de gestión de calidad simplificado y sostenible, basado en la confianza, la autonomía y la corresponsabilidad de cada universidad.
Aumentar el apoyo técnico a los centros en la gestión de los sistemas de calidad (programa Implanta).
Dotar a los centros de un sistema de información e indicadores fiables para la gestión de sus sistemas de calidad con la implantación del gobierno del dato.
Disminuir la carga burocrática asociada a la gestión de los sistemas de calidad de los centros, unificando órganos y herramientas, simplificando informes y reduciendo el número de evidencias, de acuerdo con los límites establecidos por las agencias de evaluación.
Integrar la calidad de los servicios universitarios en la Gerencia al objeto de alinear la toma de decisiones con el impulso de proyectos transformadores e innovadores.
Definir un modelo de gestión de calidad orientado a la innovación en lugar de al control. Sistematizar la creación de equipos de mejora de procesos y de jornadas de intercambio de buenas prácticas, formando y promoviendo el uso de técnicas y metodologías colaborativas y ágiles.
Incorporar al plan de gobierno participativo una distinción especial para destacar a las personas, equipos o servicios que hayan logrado un mayor avance en el fomento de iniciativas innovadoras para mejorar la calidad del servicio.
Definir, de manera consensuada, los indicadores y factores que miden la carga de trabajo de todas las estructuras y unidades.
Flexibilizar las estructuras organizativas para generar equipos profesionales con mayor transdisciplinariedad que puedan dar soporte a nuevas actividades o requerimientos.