Coordinar todas las líneas de acción relacionadas con el bienestar y la salud de la comunidad universitaria.
Desarrollar y aprobar en el primer año del mandato un Plan de Conciliación y Corresponsabilidad que incluya a todos los colectivos de la comunidad universitaria.
Poner en marcha un Observatorio de Conciliación que vele por el cumplimiento del Plan de Conciliación y Corresponsabilidad y que formule periódicamente recomendaciones para su mejora.
Incluir criterios comunes específicos para cada colectivo que contemplen el disfrute de permisos, las adaptaciones de jornadas, horarios y turnos.
Aumentar la dotación del Plan Propio de Cooperación al Desarrollo para avanzar hacia el hito estratégico del 0,7% del presupuesto.
Promover los acuerdos y las colaboraciones con otras administraciones e instituciones, a través de iniciativas específicas de mecenazgo, para obtener financiación alternativa para el impulso de programas específicos de cooperación al desarrollo.
Poner en marcha un programa de reuniones periódicas entre centros y servicios para conseguir una mayor coordinación en los objetivos comunes.
Definir, de manera consensuada, un cuadro de control que incluya todos los indicadores y factores que repercuten en el nivel de actividad de cada una de las estructuras universitarias.